Palabra Del Aliento Para Bendecirte Hoy

Palabras de Aliento

el reino de Dios en la tierra

 

Nuestros pensamientos

Por Charles Stanley

 

Si una idea, acción o actividad no es honesta u honrosa, es decir, si contravienen a las Escrituras de alguna manera, Dios no está en ellas.

Leer | Filipenses 4:8-9
La expresión popular: "uno es lo que come", es un incentivo para que demos una buena alimentación a nuestro cuerpo físico. Sin embargo, esta idea se aplica también a nuestro bienestar mental. El apetito de la mente, al igual que del estómago, se acostumbra a la dieta que consumimos. Pensar en lo justo, lo puro y lo amable desarrolla el hambre de recibir más de la bondad de Dios. Pero si ingerimos la basura que nuestra cultura llama excelente, desarrollamos un gusto por tales cosas.

El mundo presenta unas ofertas deliciosas a la vista. La TV es un ejemplo, en la que hay mucho de basura mezclada con excelente programación educativa. Algunos creyentes creen que está bien ver programas que violen los valores bíblicos, ya que es "sólo un entretenimiento". Pero, todo lo que ingiere nuestra mente determina nuestras ideas y nuestros valores. El dejar que las malas enseñanzas y las ideas pecaminosas penetren nuestra mente, puede destruir nuestra percepción bíblica del bien y el mal.

Si una idea, acción o actividad no es honesta u honrosa, es decir, si contravienen a las Escrituras de alguna manera, Dios no está en ellas. Y si Dios está ausente, es Satanás quien está presente. Su misión es que apartemos nuestra mirada del Señor. Después que el diablo capta la atención de alguien, seguirá presentando más "comida chatarra" de aspecto delicioso para mantener a la persona ocupada, al mismo tiempo que la lleva cada vez más a la perversión.

Todo aquello en lo que nuestra mente pueda concentrarse, ya sean filosofías, entretenimientos y enseñanzas, es la basura de Satanás o la bondad del Señor. El creyente sabio notará la diferencia y se gozará sólo en las cosas de Dios.

Cómo programar nuestra mente

Leer | Colosenses 3:15-17
La mente es la torre de control de la vida. Las decisiones determinan acciones, las que, a su vez, influyen en el futuro inmediato y lejano. La persona que cada uno de nosotros será de aquí a 20 años, será el resultado de cómo pensemos hoy. Si queremos que nuestra identidad futura sea agradable al Señor, tenemos que comenzar ya a programar nuestra mente con pensamientos rectos.

En dos de sus epístolas, el apóstol Pablo escribe sobre la necesidad del creyente de desechar el pensamiento mundano y de renovar su mente (Ro. 12:2; Ef. 4:23). Se nos ha dado la capacidad de pensar como Jesús si nos sometemos a la obra transformadora del Espíritu Santo. El primer acto de sometimiento es buscar las cosas de Dios. Esto significa abrir intencionalmente nuestra mente sólo a actitudes y filosofías que sean bíblicamente sanas. Debemos protegernos de la mentalidad narcisista del mundo, porque estamos llamados a ser siervos de Dios.

La segunda manera de someternos, es examinando cuidadosamente nuestros pensamientos con la Palabra y la voluntad de Dios. Debemos fijarnos en si una actitud o línea de pensamiento es agradable al Señor y útil para convertirnos en la persona que Él nos ha llamado a ser. Entonces, si un pensamiento no es bíblico, podemos elegir rechazarlo (2 Co. 10:5).

Desde luego, la única manera de saber si un pensamiento es agradable al Señor, es leyendo y meditando la Biblia. En Su Palabra, Él nos da ejemplos de vida y pensamientos rectos, y nos ofrece dirección para elegir esos modelos. La Escritura es el manual de instrucción para nuestra torre de control.

+ Prédicas Escritas | Charles Stanley